Encima de un promontorio, el complejo del Santuario de Torreciudad funde la modernidad con la tradición. El centro mariano se distingue por su estilo arquitectónico contemporáneo que gira alrededor de un gran patio.
El santuario está circundado de distintas estancias de atención al visitante y una red de museos modernizada. El acceso al templo principal se realiza por una amplia escalinata por la que se accede a la plataforma que sirve de asiento mediante una especie de marquesina realizada a base de ensanchar las columnas que sirven a la vez de apoyo a la cubierta del santuario. En un lateral del espacio principal se levanta un campanario muy estilizado. En su interior es un espacio diáfano de grandes dimensiones con un coro situado en uno de sus laterales, concretamente en el de enfrente a las puertas de acceso al templo. El altar se haya sobreelevado.
Sobre el pantano de El Grado se divisa la silueta del antiguo castillo en el que sobrevive la torre de dos alturas. Su primera mención data de 1066 y dispuso de tenentes hasta 1192. Bajo esta construcción queda la ermita, que albergaba también la vivienda del santero que custodiaba la imagen de la Virgen de Torreciudad, venerada ya en XVII. Restaurada, esta ubicación recibe el domingo posterior a la festividad de la Asunción de la Virgen coincidiendo con las fiestas de Bolturina y Secastilla.